Esta semana el Senado debatió una moción para luchar contra las novatadas a las que se enfrentan cada año miles de alumnos. Una acción que universidades, colegios mayores, alumnos y padres llevan años reclamando.
Isidoro Bahillo (Director Colegio Mayor Jaime del Amo):
Me comprometo a renunciar en todas sus formas y maneras a las actividades llamadas novatadas tanto dentro como fuera del recinto del Colegio Mayor.
Es una de las condiciones que tienen que firmar los universitarios que van a colegios mayores, porque las novatadas existen y además no se denuncian. Las novatadas rayan con el acoso y la humillación de los nuevos universitarios.
Isidoro Bahillo (Director Colegio Mayor Jaime del Amo):
Nosotros lo tenemos tipificado claramente en el reglamento que una novatada es causa de expulsión.
Entre las más frecuentes las que obligan a beber grandes dosis de alcohol que muchas veces ponen en peligro la salud de los alumnos. Para frenar estas prácticas el Senado propone incluso la vigilancia policial.
Aquí en Portugal las novatadas y otras prácticas son tan populares que ni siquiera la tragedia del Meco del año pasado ha conseguido acabar con ellas. Murieron seis estudiantes en diciembre ahogados siguiendo las instrucciones del líder de la hermandad. La justicia dice que no es delito. Solo que se les fue de las manos. Lo que piden los centros es precaución a la hora de dar la, digamos, bienvenida a los nuevos alumnos que se prolonga hasta final de año. Nada de vejaciones ni exclusiones si el alumno decide no participar y que sea siempre de forma voluntaria. El gobierno portugués ha lanzado una campaña en ese mismo sentido, buzón de quejas incluido. En la primera semana se han recibido más de 30. Más de la mitad están siendo investigadas.
En EE UU el mayor problema con las novatadas se suele producir en las universidades sobre todo en las llamadas fraternidades, hermandades, o asociaciones universitarias. Los alumnos en muchos casos tienen que pasar pruebas vejatorias que a veces rozan la ilegalidad y la humillación.
Las imágenes que cuelgan en YouTube muestran las vejaciones de estas pruebas que en la mayoría de los casos se mantienen en secreto porque así lo exige el código de grupo. En los últimos cinco años ha habido decenas de lesionados. Y lo más grave, al menos 9 muertes directas por este tipo de pruebas relacionadas con las novatadas.
En Francia las novatadas están prohibidas por ley desde 1998 a raíz de un escándalo en un instituto de Marsella que terminó con la expulsión temporal de 14 alumnos y medidas disciplinarias contra el director. Ségolène Royal fue la impulsora de esta ley que penaliza con seis meses de cárcel y multas de 7.500 euros las novatadas aunque sean con el consentimiento del novato. A pesar de la prohibición se siguen haciendo en algunos colegios mayores, en centros deportivos, en gendarmerías o en parques de bomberos. Por eso el comité nacional contra las novatadas ha pedido que la ley vaya más allá del ámbito educativo.