Los músicos callejeros: transcripción

Mañana el Ayuntamiento de Madrid dará a conocer los requisitos que tendrán que cumplir los músicos callejeros para poder tocar en la calle. Tendrán que inscribirse y luego pasar una audición. En otras ciudades como Londres, París o Barcelona ya se regulan este tipo de actuaciones.

Suena La primavera de Vivaldi en el centro de Madrid. Un concierto a cargo de Stefan y sus hijos.
También doy clase de violín. También he escrito... escribo partituras. Hago... cosas de música.

Tendrán que inscribirse en el Ayuntamiento y pasar una audición si quieren seguir tocando. Stefan se pregunta cómo se hará esa selección y habla de otro examen. El del público.
La gente que valora lo bueno. Entonces se hace una selección sin que alguien lo haga (dice: hazca). Entonces, no sé. Depende de cómo lo van a hacer.

Constancia y Víctor se ganan la vida con lo poco que consiguen de la calle.
Ruth toca la flauta. Hace malabares y reconoce que no sabe mucho de música. Es transportista.
Se da la circunstancia... Hoy por hoy el único ingreso que hay en mi casa, es con esto, ¿no? Me resultaría muy difícil tener que buscarme la vida poniendo solo la mano. Ya por ejemplo... ya mi dignidad como persona quedaría ya en el suelo.

Los elegidos tendrán permiso durante un año, renovable a cinco más. Pero deben cumplir otros requisitos.
Los músicos solo podrán tocar en un horario determinado. De diez de la mañana a diez de la noche. Las once si es verano. Tampoco podrán estar más de dos horas tocando en el mismo sitio.

En Barcelona hace ya dos años que el Ayuntamiento endureció la normativa para los músicos que tocan en la calle y lo regula todo desde el repertorio pasando por el tipo de música, los decibelios, el horario y el lugar donde deben ubicarse los músicos.

Entre los objetivos, favorecer la calidad, evitar el intrusismo y la masificación en las zonas más turísticas de la ciudad. Ahora solo hay una veintena de puntos donde los músicos profesionales pueden tocar.

Y a los que tocan sin licencia la guardia urbana les sanciona con multas de hasta 200 euros.

El Ayuntamiento regula además las estatuas humanas. El próximo paso, nos dicen, es hacerlo también con los pintores y dibujantes callejeros.

Diccionario de la RAE: