Flores y especulación.
Uno de los primeros fenómenos especulativos de masas en Europa sucedió en Holanda en el siglo XVII debido a los tulipanes.
La demanda de bulbos de tulipán era tan grande que por un bulbo se pagaba hasta 4.600 florines, unos 2.000 euros actuales.
En aquella época un cerdo costaba unos 12 euros y una vaca alrededor de 40. Se empeñaron casas, joyas y negocios para obtener un bulbo.
La tulipomanía arruinó a muchos holandeses y provocó una crisis financiera en el país. La burbuja estalló en 1637 y los precios empezaron
a caer en picado. Hoy un europeo gasta entre 30 y 50 euros en flores al año.